lunes, 9 de septiembre de 2013

Predica del domingo 8 de Septiembre de 2013


Nuestro llamado al ministerio de la reconciliación.
Pastor Marcus Morris

2 Corintios 5:17- 20 “De modo que si alguno esta en Cristo, nueva criatura es. Las cosas viejas pasaron he aquí que todas son hechas nuevas...

Cada día son nuevas sus misericordias… ¡las cosas viejas pasaron!  Cada día es así. Cada uno tiene un propósito. Cuando Dios “nos dio”, significa que ya tenemos este ministerio. 

¿Qué es el ministerio de la reconciliación? quiere decir que nos ha sido encargado compartir a Cristo, por quien tenemos reconciliación con el Padre. Somos llamados para darlo a alguien en el micro, en el trabajo, en la universidad… Tenemos a Cristo y es por medio de Él que tenemos el ministerio de la reconciliación para el mundo.

Démonos cuenta de una vez que ya tenemos un ministerio, pues ya somos llamados y hemos sido encarnados con la palabra: ¡Reconciliación!

A través de tu vida de ayuno y oración, de tu estilo de vida ejemplar, de tu invitación a otros, es que Dios traerá a más personas que serán reconciliadas con Él.

Veamos Romanos 12:1 “no os conforméis… sino transformaos” Necesitamos ver la influencia del mundo en nuestras vidas y lavarnos con la revelación de la Palabra.

No hay escusas que digan cosas tales como: “es que yo soy así porque mis papás...” o “es por mi cultura”. Necesitamos reaccionar y vivir esta vida transformada.

¿Cómo cambiar la manera de pensar?

Proverbios 23:7 “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”. ¿Cuál es tu corazón cuando asistes a las reuniones? ¿Cuál es tu corazón durante la semana? ¿Cómo eres?

La porción biblica de Mateo 7:24-27 se refiere a la parábola de la casa sobre la roca  “Cualquiera que oye mis palabras y las HACE...”.
Ser hacedores de la palabra pondrá a salvo nuestras familias, nuestra casa, nuestros hijos. Así como explica la parábola, las malas cosas vienen, pues así es la vida. Cosas malas suceden. 

Mi madre murió cuando yo tenía sólo 21 años. Y perdimos un bebé cuando éste tenía 14 meses de gestación. ¡Ríos y vientos y lluvia vienen sobre nuestras vidas! Pero el hombre prudente tiene su vida puesta sobre la roca. Seamos hacedores de la palabra.

Juan 20:21 “Asi yo les envío” Somos enviados por Dios y Él mismo va con nosotros. Al tener a Cristo en nuestro corazón ya somos enviados.

Efesios 1: 1-4 “a los santos y fieles” ¿Somos fieles? ¡Ya hemos sido salvos por la sangre! Eso es una cosa… pero ¿Eres fiel al Señor?, ¿A tu casa? ¿A tu esposa? ¿A tus amigos?… entonces gracia y paz son para ti, y… somos bendecidos con toda bendición espiritual!!!  Y más impresionante aun… es que esto ha sucedido “antes de la fundación del mundo”.

Sin importar la condición de tu concepción ¡ya habías sido escogido! Aún antes de la fundación del mundo! Pues ¡Dios es eterno! Y él nos escogió desde esa eternidad. 

¿Para qué hemos sido escogidos y predestinados?

Efesios 1: 4-5 “Predestinados para ser adoptados hijos de Dios” ¡Todos somos aceptos por la obra de Cristo y en Él tenemos redención! Y a un propósito (v 11). Entonces fuimos Predestinados conforme al propósito.

Seguramente muchos se han preguntado: ¿Tengo un propósito? Podemos mencionar los siguientes:

  1. Conocer a Dios Padre que se ha dado a conocer a través de Cristo.
  2. Hacerle conocido al mundo por el cual Cristo vino, murió y resucito.

En Juan 4:4-42 Vemos a Jesús encontrando a la mujer samaritana. Y en Juan 4:28 ella sale a hablar con los hombres “Venid y ved… y muchos vinieron y creyeron…” Era necesario que esta mujer se despojara de quién ella era (una mujer sin una buena reputación y ninguna clase de preparación) y que haya sido valiente para ir y hablar con aquellos hombres y ¡traerlos al Señor! Si ya conoces al Señor entonces estás listo para poder hablar a otros del Señor.

En el escenario de la resurrección de Jesús, leemos en Mateo 28:5 “El angel les dijo: buscan a Jesús pero el resucitó… venid y ved…y luego... id pronto y decir a otros ” Estos cuatro verbos: Venir y ver y tambien ir y decir son instrucciones que debemos seguir diariamente.

Así como en Bet-el  la presencia de Dios estaba ahí y Jacob no la veía, muchas veces no vemos la presencia de Dios, pero es real y ¡está aquí con nosotros! Entonces si hemos venido a Él y vemos su presencia, si has venido delante de Él y sabes de su presencia… entonces debemos obedecer en el acto de “IR y DECIR” a otros sobre lo que ya estamos experimentando en nuestras vidas.

Seremos hacedores de la palabra de Dios y traeremos esta palabra de reconciliación para muchos.


(Oración final) Oramos por los que están al lado nuestro para poder ser obedientes a la Palabra de Dios. Para poder ir a otros y decir que ya hemos sido elegidos y que tenemos propósito.


domingo, 8 de septiembre de 2013

Predica del sábado 7 de Septiembre de 2013

Reconstruyendo el templo

Paola Castellón

En todo el antiguo testamento podemos ver que una gran parte de la historia está enfocada en la construcción del templo hasta la edificación del gran templo de los tiempos de  Salomón.

El mensaje en esta oportunidad está inspirado en una experiencia muy particular en la que Dios llama a "reedificar, recontruir" el templo.

Es en el libro de Hageo que  Dios habla  acerca del tiempo de re edificar!!!! Hoy es tiempo de reedificar el templo de esta generación, Muchas veces asistimos con una baja expectativa y… ¡nos sentimos secos y vacíos! 

Veamos que dice Hageo 1:5 "Meditad bien sobre vuestros caminos. Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto. Meditad sobre vuestros caminos".

Dios les decía que su casa estaba en ruinas mientras la de ellos estaba llena de bienes. A consecuencia de esto ¡no se saciaban, no quedaban satisfechos, no se calentaban! ¿Cómo esta nuestro corazón cuando venimos a congregarnos? Meditemos en nuestros caminos. No debemos asistir como a un lugar de retiros a encontrar paz o un lugar para sentirnos bien... Debemos venir con un corazón dispuesto para honrar el nombre de Dios y hacer vivas sus ordenanzas.

¿Quieren reedificar? ¡Entonces suban al monte y reedifíquense!! Muchos debemos reedificar nuestras vidas subir al monte porque sabemos que ahora el templo somos nosotros pues somos el cuerpo de Cristo. Cuando nos enfocamos en lo que nosotros queremos y no en lo que Dios requiere de nosotros estamos adormecidos a la voluntad de Dios.

En los capítulos 1 y 2 de Hageo, podemos ver como Dios llama la atención del pueblo y les dice que ellos trabajaban en sus fuerzas. Así mismo, muchas veces nos pasa esto, venimos a la iglesia no a edificar sino a ser edificados y salimos a querer sembrar y nos va mal en todo y nos preguntamos: ¿Qué está pasando?

Es cierto que venimos a las reuniones para ser edificados... ¡pero NO PODEMOS SOLO QUEDARNOS AHI! debemos entender que Dios está llamando a edificar la casa.  

En Esdras 1  encontramos un llamado de Dios para  reconstruir la casa y hay apoyo y hay ánimo.  La gente se reúne se juntan miles de personas y restauran la adoración, hacen sacrificios, ponen un altar y pasa el tiempo y vemos en el capítulo 4 como ya había otro reinado y los habitantes del lugar los  amenazan (versículo 21)

Sin embargo, ya había una carta del rey… ¡una promesa del rey! Y aunque otros quisieron eliminar el propósito cuando los hijos de Israel tomaron su lugar… esas promesas fueron traídas a memoria y por ellas fueron todos  bendecidos.

Es un tiempo en el que debemos tomar nuestro lugar un tiempo histórico donde la posta está siendo pasada y dificultades van a venir pero debemos recordar y repetir la promesa que el rey nos dio: “vayan y reconstruyan la casa porque la gloria postrera será mayor”

Si volvemos a Hageo veremos que ellos ya hablaban de una gloria mayor. Si realmente  analizamos ellos estaban construyendo el lugar donde ¡Jesús iba a ser conocido! Esa es la manifestación de la gloria postrera. Desde allí Jesucristo iba a instaurar su reino. ¡Esa era su esperanza! ¡Cuánto mayor es nuestra esperanza!

Ellos prepararon el lugar donde Jesús iba s venir. Hoy, ¡Dios está llamándonos a preparar el lugar nuevamente!!






martes, 3 de septiembre de 2013

Predica del domingo 1 de Septiembre de 2013

Pastor Marcus Morris

El objetivo de Satanás  es el de hurtar, matar y destruir, en contraste, el propósito de Dios es el de darnos vida  y para que la tengamos en abundancia. Éste es uno de los propósitos de la vida del Señor Jesucristo, darnos vida.

Los capítulos 1 y 2 del libro de Génesis nos hablan del comienzo de la raza de Adán. Esta era la idea de Dios. Nuestra vida ha venido de Dios, tenemos su imagen y semejanza, Él nos ha creado y al soplar en nosotros hemos recibido su vida. Por lo tanto, sin Él… no hay vida.

Sabemos de las instrucciones dadas al hombre en el huerto. Dios dijo a Adán y a Eva que si comían del árbol de la ciencia del bien y del mal, ciertamente iban a morir. Notemos que Dios no les advirtió nada sobre tocar o no el árbol.

Sin embargo leemos en Génesis 3:1-4 que la serpiente era astuta y se acerca a la mujer insidiosamente preguntando, poniendo dudas en el corazón de Eva, trayendo confusión.  La primera cosa que el enemigo hace, pues esa es su táctica, es poner duda en la mente del hombre sobre la palabra de Dios.

Al conseguir poner dudas y confusión,  le es más fácil mentir a nuestras mentes y corazones.

Sabemos que después del pecado de Adán y Eva la consecuencia no es primeramente física sino que muere el espíritu en ellos. Como muestra, podemos leer el pasaje de Génesis 3:9-13 donde Dios llama a Adán: “Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?”.

El hacer esta pregunta no significa que Dios no sabía el lugar preciso donde se encontraba Adán. La pregunta al hombre tiene más bien el propósito de conducir al hombre a una reflexión de su condición: ¿Dónde estaban? Antes de la desobediencia tenían una comunión con Dios. Pero en su siguiente condición están escondidos, apartados y cambiados ¡porque estaban muertos espiritualmente!

Sin embargo, Adán responde: “tuve miedo, me escondí”.  Dios vuelve a preguntar: ¿Has comido del árbol del que te mande que no comieses? Y Adán echa la culpa a su mujer. Luego Dios pregunta a Eva: "¿Qué es lo que has hecho?  y Eva echa la culpa a la serpiente.

¿No es esa actitud vista hasta nuestros días? Es nuestra tendencia como seres humanos buscar culpables y no asumir nuestra responsabilidad. Es tiempo de asumirlas y dejar de echar la culpa a otros por las cosas que conscientemente hacemos.

A través de la vida,  muerte y resurrección de Jesucristo nuestra condición de muerte ha cambiado a la de vida. Como leemos en Efesios 2:1 “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados”. ¡Estamos vivos en Cristo, ahora tenemos vida y vida en abundancia! ¡Que gran maravilla! que “Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo

Clavando su propia vida en la cruz, Jesucristo nos dio vida juntamente con él perdonándonos todos nuestros pecados.

Además, Dios trata con la fuente de las mentiras, el hurto y la muerte: “y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz” (Colosenses 2:15)

Ahora, nos es dado el tener vida en abundancia, pero sin Cristo no tenemos nada.  Si no tenemos a Cristo, estamos muertos en nuestros pecados. Por ello, debemos estar atentos a las influencias del humanismo (vivir enfocados en la satisfacción y desarrollo de los deseos humanos, excluyendo la existencia e intervención de Dios) en nuestra vida cotidiana.

Teniendo la vida de Dios nuevamente en nosotros, es un deber ser los más felices y bendecidos porque tenemos vida y vida en abundancia.

En el versículo de Juan 17:3 leemos que la vida eterna es conocer a Dios y a Jesucristo. Debemos entonces conocer al Padre y al Hijo a quien Él mismo ha enviado para nuestra salvación.

La vida no solo se centra en conocer a Dios de manera personal sino que “como hemos traído la imagen del terrenal (Adán), traeremos también la imagen del celestial (Jesucristo). 1 Corintios 15: 49. Nuestro propósito, papel y responsabilidad como iglesia es mostrar lo celestial aquí en la tierra. Primero nacemos como hombres terrenales, pero ahora tenemos la imagen de lo celestial y esto es lo que debemos mostrar.

¡La creación misma está esperando la manifestación de los hijos de Dios! Es tiempo de vivir bajo la ley del espíritu de vida en Cristo Jesús, que nos ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

Jesús ha venido para darnos vida, su Zoe, que es la vida del Espíritu de Dios que ahora puede fluir en nosotros. Los que no tienen vida, lastimosamente están condenados a morir.

¿A quién iremos? SOLO ÉL TIENE PALABRAS DE VIDA ETERNA!!!! Solo El tiene vida!!!

Oración final:

Damos gracias a Dios por su misericordia y gracia que nos llevó de las tinieblas a Su luz. Nosotros somos portadores de esta vida eterna.

Gracias Dios por el ministerio y el propósito de Tu Hijo Jesucristo, que Él vino a darnos vida y vida en abundancia. Úngenos y danos la oportunidad para compartir esta vida, que sea contagioso lo que tenemos para que otros lo quieran, que podamos afectar a los que están a nuestro lado y no te conocen, gracias porque tenemos el Zoe, la vida y el potencial de vivir en abundancia. Úngenos y guíanos para dar esta vida a otros, gracias Padre, en el nombre de tu Hijo, Amen!

Predica del sábado 31 de Agosto de 2013

Lucas Vandergriff


Todos deseamos conocer más de Dios pues nos gozamos del título de "Hijos de Dios". ¿Qué significa realmente el ser hecho un hijo de Dios?, ¿Cómo puedo crecer en mi condición de hijo? El mensaje nos lleva a responder algunos de los conceptos claves en el tema y nos orienta hacia un reto diario en nuestro caminar cristiano.

Primeramente leamos lo que dice en Juan 1: 12 “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”.

¿Qué es ser hijo de Dios?

El ser hijo de Dios va más allá de repetir una oración de “salvación”. Para entender mejor usaremos una analogía: pensemos en una beca abierta por la cual una persona podría estudiar cualquier cosa que quisiera, le es dada la potestad de ser hecho ingeniero o doctor, le es dada la potestad pero aún no lo es. La persona debe aprovechar de la oportunidad que le es dada, en este sentido debe hacer algunas cosas: debe inscribirse, estudiar, aprobar ciertos exámenes, esforzarse en lo que ya le ha sido dado.

¿Qué es potestad?

Las concordancias bíblicas dicen que tiene un significado de autoridad, privilegio o derecho. Entonces, podríamos entender el versículo de Juan como: “les dio el derecho, privilegio” de ser hijos de Dios.

Como ciudadanos, las personas gozamos de derechos por los cuales reclamamos injusticias  y los ejercemos. Cuando no podemos ejercer nuestros derechos nos sentimos frustrados y hasta podríamos perder la paciencia y la calma.

Preguntémonos personalmente ¿Estoy ejerciendo mi derecho, privilegio, poder de ser hijo de Dios?

¿Cómo es un hijo de Dios?

Jesús nos habla del nuevo nacimiento: primero se da el nacimiento natural pero también existe el nacimiento del espíritu.

Veamos que nos dice en el pasaje de Juan 3:7 “No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.

¡El viento que no lo vemos pero que sentimos y experimentamos! Pensemos en las hojas secas que son llevadas por el viento: las hojas secas ya no tienen vida propia!, ya no deciden por si mismas! Dejemos que el sol de justicia venga sobre nosotros y así él nos transforme, entonces el viento podrá llevarnos... pues ya no habrá peso de nuestra carne, de nuestra vana manera de vivir.

En este mismo sentido, en el capítulo 8 del libro de Romanos, Pablo describe a los hijos de Dios como  aquellos que son guiados por el Espíritu Santo. Todos debemos preguntarnos: ¿Soy hijo de Dios?, ¿Creo realmente en su nombre?, ¿Estoy ejerciendo mis derechos? Mientras… la creación está gimiendo por la manifestación de los hijos de Dios. ¿Quiénes son ellos? ¡Aquellos que ejercen sus derechos!

¿Cuáles son nuestros derechos como hijos de Dios?

Veamos lo que nos es dado en el pasaje de Efesios 1: 13-14 “y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria

Tenemos un padre y tenemos una herencia eterna después de la transición de la muerte… pero tenemos un anticipo de todo lo que tendremos: El Espíritu Santo! Leamos lo que nos es dado según 1 Juan 2:20 “Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas”.  Así, Juan nos lleva a meditar en que ya tenemos al Espíritu Santo y claramente tenemos acceso a la verdad, tenemos acceso a todo conocimiento.

En el pasaje de la parábola del sembrador Jesús mismo nos dice: “Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos”. Nos es dado… pero debemos ejercer nuestro derecho como hijos.

¿Cómo accedemos a la herencia?

¡A través de la fe! esta es nuestra “tarjeta bancaria” del cielo. Sin embargo, no olvidemos lo que Jesús nos dice sobre la semilla de mostaza: que es pequeña y crece hasta convertirse en un gran árbol. Es necesario hacerla crecer, debe madurar, debe ser regada y cuidada con gran diligencia.

Tenemos herencia no solo físicamente sino también recibimos una herencia de aquellos que abrieron el camino espiritual.

En Bolivia en los años 40 el evangelio era aún ilegal... con el tiempo otros aprovecharon esa herencia y fueron mucho más allá. ¡Es nuestro turno! Por ello, necesitamos esforzarnos por lo que queremos, por las promesas que tenemos de Dios.

Debemos decirnos: “Esta es mi herencia y voy a alcanzar mi objetivo”.

¿Quieres ir mucho más allá en el Señor?

¡Entonces empieza a activar tu espíritu! Sé fiel en lo poco y Dios te va a dar más.

No menospreciemos la herencia pues podemos alcanzar mayores cosas. Comencemos a pedir instrucciones para alcanzar ese objetivo, hay tareas que se deben de hacer, hay esfuerzos que se tienen que dar por aquellos que quieren aprender a ser guiados por el Espíritu.

martes, 27 de agosto de 2013

Reunión del domingo 25 de agosto de 2013

"ES EN EL ÁRBOL QUE ENCONTRAMOS LA SANIDAD PARA NUESTRAS VIDAS"
Prédica del pastor Marcus Morris


En la porción de Éxodo 14:27-31 vemos a un pueblo numeroso en el Mar Rojo y a Moisés guiando a este pueblo ya liberado. En el siguiente capítulo leemos sobre María la profetisa, hermana de Moisés, de más de 80 años de edad, quien toma el pandero cantando y danzando, celebrando a Dios y guía a las mujeres a celebrar esa experiencia de libertad.

“Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas.
Y María les respondía: Cantad a Jehová, porque en extremo se ha engrandecido;
Ha echado en el mar al caballo y al jinete”. Éxodo 15:20-21

Al final del capítulo 15 vemos un escenario muy diferente: A 3 días de camino, después de haber sido liberados de Egipto y celebrado su libertad, el pueblo murmuró porque tenía sed y estaban en un desierto sin agua. ¿Qué sucedió? ¿Le faltaba memoria al pueblo? Su actitud cambió pues bebieron de las aguas amargas. En esta situación Moisés clamó a Jehová y Jehová le mostró un árbol y lo echó en las aguas y las aguas se endulzaron. Después de esto Dios añade:

“Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador”. Éxodo 15:26

¡Dios responde señalando a un árbol, mostrándonos la cruz! (Hecha de un madero = árbol) ¡Intensamente ligado a ello Dios nos habla de sanidad!

El Salmo 103 es un canto donde se mencionan varias razones para adorar a Dios, para que nuestra alma le bendiga; una de ellas es la sanidad. ¡Él es nuestro sanador! Él es el que sana TODAS nuestras enfermedades. Necesitamos cambiar nuestra manera de pensar, debemos proclamar la palabra de Dios para cada situación. ¡Debemos correr al Señor!

Aun cuando en nuestras familias, pueden haber personas enfermas o que ya han fallecido a causa de enfermedades terminales o genéticas, que podrían ser, según la ciencia, hereditarias, para nosotros que somos hechos en Dios nuevas criaturas, con un ADN divino ¡ya no hay necesidad de luchar con ello!, ¡Somos propietarios de un mejor y más alto pacto a través de la muerte, resurrección e intercesión de Jesucristo por nosotros! Tengamos la fe para poder creer no solo por nuestra sanidad, sino también, por la de otros a través de la imposición de manos y oración.

Los versículos de Colosenses 2:14,15 nos muestran el gran triunfo sobre toda potestad a través de la cruz. ¡Es en la cruz, es en el árbol, que encontramos la sanidad para nuestras vidas! 1 Pedro 2:24 nos dice que hemos sido sanados por sus llagas.

Hebreos 12:15 menciona un estorbo para alcanzar la gracia de Dios: la raíz de amargura. Debemos tener cuidado y no dejar que nada nos impida alcanzar la gracia de Dios. Esta gracia que nos da acceso a la sanidad no solo del cuerpo sino también del alma.

“En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones”. Apocalipsis 22:2

Este pasaje nos habla de un árbol cuyas hojas son para sanidad de las naciones. Es este árbol que ha endulzado la vida de los hijos de Dios y somos nosotros quienes debemos dar estas hojas para sanidad de las naciones. Desde Génesis, donde Dios nos habla del árbol de la vida, hasta apocalipsis, Dios nos habla de sanidad. En el antiguo pacto y en el nuevo pacto. Él es Jehová Rapha (sanador)

¿Cómo podemos conocer el fruto de ese árbol? ¡Probándolo! Si vemos áreas amargas en nosotros entonces debemos beber del agua a la cual la cruz fue echada para sanar la condición de nuestro cuerpo, pero más que todo, la de nuestra alma… ¡Pues el pueblo murmuraba por causa de una condición de su alma! Recibamos el agua dulce para sanar aquellos lugares profundos de nuestra alma, lugares que solamente Dios y uno mismo conoce. ¡Busquemos una revelación de quién Él es!




Reunión del domingo 11 de agosto de 2013

Visita del Pastor Thomas Gibson